EL PO Y EL PTS NO HACEN NADA PARA
EVITARLO
EL PO Y EL PTS TIENEN QUE SUMARSE A LA LUCHA
POR UN 2 DE ABRIL INDEPENDIENTE
DE CRISTINA
Desde la Tendencia
Piquetera Revolucionaria (TPR) planteamos:
QUE EL PO Y EL PTS LE EXIJAN A IZQUIERDA SOCIALISTA
QUE ROMPA CON EL PCR Y PROYECTO SUR
EL FRENTE DE IZQUIERDA
TIENE LA RESPONSABILIDAD
DE GARANTIZAR QUE HAYA UNA
MARCHA QUE PLANTEE:
1. “CON CRISTINA, SE PROFUNDIZA LA ENTREGA”
2. ¡POR LA EXPULSIÓN DEL IMPERIALISMO DE MALVINAS, HAITÍ,
LA CORDILLERA Y TODA AMÉRICA LATINA!
El día martes 27 de marzo se realizó una reunión
para discutir la convocatoria a una marcha unitaria a la Embajada Inglesa el
próximo 2 de abril, por el 30º aniversario de la Guerra de Malvinas. El espacio
ya se venía reuniendo y del mismo participaban el PCR, el MST, Proyecto Sur,
Izquierda Socialista y el PSTU.
LA “CONVOCATORIA UNITARIA” DEL
PCR: UNA MANIOBRA PREMEDITADA Y ULTIMATISTA CONTRA LA IZQUIERDA
Sin embargo, “casualmente” al PO, al PTS y a la TPR
solamente nos invitaron a la reunión cuando “ya habían logrado un consenso”.
Como se ve, el PCR utilizó un método excluyente: primero armó una mesa chica
con los que le convenía armar un “consenso” (en realidad, un pacto a espaldas
de la izquierda) y, luego, valiéndose del hecho consumado pretendió que nos
subordináramos so pena de difamarnos ante la militancia popular como “sectarios
y divisionistas”. Por el contrario, nosotros como TPR ya habíamos lanzado una
convocatoria pública y unitaria varias semanas antes (ver en nuestro blog) y,
ya desde fines de febrero, mantuvimos conversaciones con varios partidos
(incluido el PCR) sobre Malvinas. Nuestra intención, como TPR, era y es lograr
una convocatoria unitaria e independiente de Cristina. Esto le consta a toda la
izquierda argentina, latinoamericana y mundial. Lo del PCR, por el contrario,
se trata de una maniobra premeditada y ultimatista contra la izquierda.
SÓLO LA TPR PARTICIPÓ DE LA
REUNIÓN PARA LUCHAR POR UN 2 ABRIL UNITARIO E INDEPENDIENTE DE CRISTINA
Dadas estas condiciones adversas impuestas por la
maniobra del PCR, de los tres partidos mencionados, sólo la Tendencia Piquetera
Revolucionaria (TPR) aceptó el desafío político de ir a dar batalla, en
absoluta minoría, contra el pacto pre-establecido y por una marcha unitaria e
independiente de Cristina. El PO y el PTS, por el contrario, no dieron ninguna
respuesta de por qué no participaban ni fijaron posición pública sobre la
naturaleza de ese espacio.
Esto no es un dato menor ya que, aún a pocos días
del 2 de abril, ni el FIT ni el PO o el PTS han fijado posición sobre la
jornada. A diferencia de la TPR, el PO y el PTS no participaron de la reunión
para convocar a una jornada unitaria el próximo 2 de abril, a pesar de que
ambos partidos estaban al tanto de la convocatoria.
Su parálisis política frente a la cuestión de
Malvinas está determinada por el hecho de que ambos partidos plantean, palabras
más palabras menos, que las Malvinas no serán argentinas “hasta tanto no haya
un gobierno de los trabajadores”, lo que los lleva a decir que “Malvinas es un
asunto secundario”.
LA POSICIÓN DEL PCR ANTE
MALVINAS Y EL KIRCHNERISMO: “APOYAMOS LO BUENO, CRITICAMOS LO MALO”
Por otra parte, las consignas centrales de la jornada propuestas
originalmente por el PCR excluían una denuncia explícita a Cristina por su
política de entrega frente al imperialismo. Esto sí que para nada es una
casualidad dado que responde directamente al viraje filo-kirchnerista que el
PCR está operando, por lo menos, desde el Bicentenario cuando señalaron que “la
conmemoración de la Revolución de Mayo (o sea, el acto de Cristina) hizo emerger
un profundo sentimiento patriótico y popular” (Editorial del Hoy Nº1319, 27/05/10).
Dos
años después, ahora el Hoy Nº1405 del 08/02/2012, directamente señala que en lo
diplomático: “El gobierno argentino realizó una serie de GESTIONES DIPLOMÁTICAS POSITIVAS, procurando el aislamiento
político del Reino Unido, sobre todo en Latinoamérica. (...) La
latinoamericanización del conflicto es
algo que desde el PCR hemos venido reclamando desde hace mucho tiempo
(subrayado, negritas y mayúsculas nuestras, TPR)” Y, luego de aplaudir la
“ofensiva diplomática kirchnerista”, el PCR se despacha diciendo que “en lo estratégico” plantean “tomar
medidas que apunten a construir una fuerza disuasiva”, o sea, reforzar el
aparato represivo del Estado. Aunque Lenin siempre dijo que la democracia
política se defiende luchando contra el militarismo y extendiendo el armamento
popular ahora, según el “leninista” Otto Vargas, la solución sería reforzar… al
mismo aparato represivo capitalista que muele a palos y asesina a los
luchadores populares todos los días. Se trata de una impostura contra el
marxismo y una capitulación ante el gobierno nacional.
Mucho peor es esta posición
cuando tomamos nota de que hay un creciente cuestionamiento popular a Cristina
por el viraje derechista de su gobierno y que, puntalmente con Malvinas, el
gobierno ni siquiera tiene una “posición limitada” ni apela a la movilización
popular sino que directamente se reduce a una política diversionista mientras
reprime en defensa de la megaminería los levantamientos populares y
anti-imperialistas en la cordillera. Lo del PCR, por lo tanto, es una agachada
total. ¿Acaso el PCR piensa que Cristina puede dar otra cosa que un Famatina en
Malvinas?
Como oportunamente
denunciamos el 25 de mayo de 2010 (ver “La izquierda no pasó la prueba del
bicentenario”), el PCR es una corriente tributaria del nacionalismo burgués y
reniega de una lucha independiente por el gobierno de los trabajadores. Es una
corriente frentepopulista, menchevique y stalinista. Por lo tanto, el PCR es
una corriente estratégicamente contrarrevolucionaria. Estos son los motivos
programáticos por los cuales el PCR no quiere denunciar a Cristina y se limita
a “exigirle lo que falta” mientras aplaude las “gestiones diplomáticas” del
kirchnerismo.
DESPUÉS DE LA
MANIOBRA, EL ACUERDO…
Por estos motivos, sabiendo con los
bueyes que aramos, como TPR fuimos a la reunión con el objetivo mínimo de que denunciara
a Cristina para darle a la jornada de lucha un carácter independiente del
gobierno. Fue a partir de nuestra intervención que el MST, Izquierda
Socialista, el PSTU, Convergencia Socialista y la OLP se pronunciaron en este
sentido. De hecho, fue el propio MST quien propuso incorporar a las consignas
centrales que “Con Cristina, se profundiza la entrega”. Con esto se demostró
que, como planteamos desde la TPR, si hay voluntad política puede haber un acto
unitario e independiente de Cristina.
En la reunión, todas las
organizaciones acordamos con esa propuesta, por lo que hubo un acuerdo
explícito y unánime para que figurara dicha consigna como parte de las
consignas centrales de la movilización. El PCR quedó a cargo de enviar la
gacetilla de convocatoria a la jornada con las incorporaciones resueltas en la
reunión.
…DESPUÉS DEL
ACUERDO, LA PROVOCACIÓN
Sin embargo, el día miércoles 28 de
marzo, el PCR envió por mail a todas las organizaciones participantes de la
reunión una gacetilla de prensa que excluía la consigna de denuncia a Cristina
de las consignas centrales de la jornada. En esa misma línea, publicó en la
tapa de su periódico Hoy de la misma fecha, la convocatoria al
acto excluyendo la consigna. Frente a esto, como TPR enviamos inmediatamente un
mail a todas las organizaciones convocantes planteando que se respetara el
acuerdo alcanzado durante la reunión y que se difundiera la convocatoria
incluyendo como consigna central “Con Cristina, se profundiza la entrega”. Pero
la mayoría de las organizaciones, se quedaron calladas frente a esto, y al día
siguiente difundieron la gacetilla enviada por el PCR en sus propios periódicos
y sus propias páginas de internet, sumándose a la maniobra y excluyendo la
denuncia a Cristina como planteo central de la marcha. Entre estas, cabe señalar, estaba el PSTU, una de las cuatro organizaciones que marchó en la columna común
del FIT, sección argentina de la LIT, que apoyó la 125 en 2008 y que propuso
saludar las medidas de la CATT de Moyano y del burócrata del SOMU Omar Suárez
(el que reventó la huelga del Casino en 2007-2008), justamente cuando esas
medidas están totalmente subordinadas a la estrategia diplomática del
kirchnerismo en la ONU y han fracasado rotundamente.
LA “SEGUNDA INDEPENDENCIA”: ¿CON CRISTINA O CONTRA CRISTINA?
Al mismo tiempo, el PCR, el MST,
Proyecto Sur, Izquierda Socialista, el PSTU, CS y la OLP nos impusieron en un
bloque común entre mao-stalinistas, morenistas, y nacionalistas
pequeñoburgueses, que una de las consignas del acto sea “Por la Segunda
Independencia nacional”, a pesar de nuestra manifiesta oposición de principios
a esta consigna típicamente nacionalista.
Ya en 2010, tuvimos un debate similar
por la organización del acto en realización al Bicentenario. Sin embargo, los
resultados de la discusión fueron totalmente distintos dado que gracias al peso
histórico y político del PO juntos pudimos bloquearla. El hecho de que el acto
del lunes haga suyo este planteo reaccionario, por lo tanto, se debe en primer
lugar a la peronización de la izquierda pero, también, a la ausencia del PO en
la reunión. Nuestra firma, naturalmente, no fue a cuenta de este planteo, sino
a pesar de él, dado que el acuerdo que conquistamos en la reunión planteaba
como consigna central que “Con Cristina, se profundiza la entrega”. Es decir,
decidimos no contraponer una idea a un hecho y privilegiar la delimitación de
campos con el gobierno.
Sin embargo, la lógica de los hechos
pudo más que los acuerdos y quienes defendían la “segunda independencia”
terminaron bajando la denuncia al gobierno nacional. A los compañeros que
piensan que “la segunda independencia” es un grito de guerra contra el
imperialismo y sus lacayos nacionales, desde la TPR les decimos: no hay segunda
independencia sin denunciar y enfrentar al gobierno de Cristina.
EL VIRAJE ANTI-CAPITALISTA DEL PO ES
FUNCIONAL AL PCR
La ausencia del PO en esta lucha
política, por lo tanto, genera que una fuerza mao-stalinista y
contrarrevolucionaria como el PCR se haya transformado en el polo de atracción
de la izquierda en torno a Malvinas. El PCR, que integra Proyecto Sur y que
desde el conflicto ‘campo’-gobierno viene desarrollando una política
abiertamente sojera, tiene en la cuestión Malvinas una política
filo-kirchnerista y rechazó abiertamente la denuncia a los K en la reunión. Como
señalábamos arriba, a pesar de que a propuesta nuestra se incluyó la denuncia a
Cristina en las consignas centrales del acto, con la aceptación de los
morenistas, luego el PCR se ocupó de montar una provocación bajando de las consignas
centrales la denuncia al gobierno para dejarla en el mero lugar de una
exigencia secundaria, y los morenistas viraron en torno suyo. Como se ve,
distinta sería la situación si el PO hubiera volcado su peso en la lucha
política contra el PCR.
NO
PODEMOS PERMITIR QUE EL FIT NO EXISTA Y SE DIVIDA ANTE LA LUCHA POR MALVINAS
La
abstención del PO en todo esto, tiene como consecuencia principal que el Frente
de Izquierda no exista, y a su vez, se divida. Como el Frente de Izquierda gira
naturalmente en torno suyo, se ha roto objetivamente frente a la cuestión de
Malvinas al tiempo que como tal no hace absolutamente nada. Esto porque el PTS,
que es la segunda fuerza, siempre se caracterizó por tener una política sectaria
frente a la cuestión nacional, y tampoco hizo nada. Por lo tanto, ni el PO ni el
PTS fueron a la reunión y desde el FIT, no se ha realizado ningún tipo de
convocatoria propia e independiente del gobierno.
Mientras
tanto, Izquierda Socialista, que siempre se caracterizó por adaptarse al
nacionalismo pequeño-burgués, fue a la reunión a plantear la "lucha"
por la “Segunda Independencia”, a la rastra de sus amigos del PCR (con quienes
marchaban en 2008, junto a la Sociedad Rural), y luego convalidó la provocación
contra el acuerdo en su periódico también, bajando de las consignas centrales
la denuncia a Cristina.
Es decir que la política del PO (también la del PTS) le permite
al PCR y al morenismo imponer su orientación de adaptación al nacionalismo
burgués a la jornada del 2 de abril al tiempo que no dan ninguna lucha política
para evitar que una fuerza integrante del FIT, como Izquierda Socialista, se
sume al carro filo-K del PCR en la cuestión de Malvinas.
QUE EL PO Y EL PTS LE EXIJAN A
IZQUIERDA SOCIALISTA QUE ROMPA CON EL PCR Y PROYECTO SUR
Recientemente,
en una actitud claramente liquidacionista y sectaria, el dirigente de Izquierda
Socialista, Miguel Sorans, pretendió impugnar el planteo de un partido
unificado arguyendo que el PO criticaba a Moreno sobre la cuestión de Malvinas
(“calumnia”), como excusa para no debatir sobre qué debe hacer el propio FIT y
seguir sosteniendo ramplonamente su posición de un mero “frente
político-electoral” (“El Socialista”, 28/3). Peor aún, salió a provocar
planteando que las críticas del PO a las posiciones de Moreno ponían en
cuestión “el futuro del Frente de Izquierda” (ídem). Es decir que mientras el
PO y el PTS discuten un partido unificado, Izquierda Socialista directamente
busca en el debate de Malvinas una excusa para extorsionar al PO con el objetivo
de obligarlo a borrar delimitaciones políticas que son históricas y hasta
amenaza con romper el Frente de Izquierda.
Pero
eso no es todo: en la misma línea con su política en la reunión de organización
del acto, de nuevo Miguel Sorans, según una entrevista realizada por Andrés
Figueroa Cornejo, parece haber declarado que “con el Frente de Izquierda ya
hemos dado un primer paso que se sostiene más allá de una alianza electoral.
Nosotros aspiramos a una unidad superior. Pero con todos los sectores de izquierda,
con todo el pueblo en lucha, incluido, por supuesto, Proyecto Sur. Hoy nos
conjunta el combate por la re-estatización de ferrocarriles, por ejemplo”
(Rebelión, 26/3).
Desde
la TPR llamamos a Izquierda Socialista a rectificar o a ratificar lo que este
medio asevera, que de ser cierto es una estafa política a quienes votamos por
el FIT y una capitulación en toda la línea a la centro-izquierda sojera (de
nuevo, sus correligionarios de 2008), dado que Proyecto Sur en 2011 se negó a
llamar a votar por el Frente de Izquierda aun cuando no pudo pasar las
primarias y se opuso a realizar un acto denunciado la proscripción kirchnerista
como le propusimos desde la TPR. Por lo tanto, lo de Pino Solanas es puro
liquidacionismo, falta de principios y bancarrota política. Es en este marco
que debemos analizar las supuestas declaraciones de Sorans ya que, una
declaración política así, no sólo implicaría toda una re-fisonomización del
Frente de Izquierda sino plantearle al FIT la tarea reaccionaria de asistir con
respirador artificial al fracasado proyecto de la centro-izquierda sojera. De
parte de un dirigente de Izquierda Socialista, esto no puede ser tomado a la ligera (mucho menos cuando tanto Proyecto Sur, como el MST, el PCR e Izquierda
Socialista convocan en común al acto de Malvinas).
Ante
la actitud divisionista de Izquierda Socialista, nuestra posición como TPR es
por la defensa del FIT y por la disolución de Proyecto Sur. Por lo tanto, planteamos:
si Proyecto Sur quiere construir una oposición de izquierda a Cristina debe sumarse
al FIT, pero para eso tiene que aceptar el fracaso de su orientación sojera,
disolverse como espacio político independiente y estar subordinado programática
y organizativamente a los términos pre-establecidos por el FIT. Proyecto Sur sólo
“puede sumar” si desaparece o va a la rastra del FIT. No aceptamos ningún tipo
de “consenso unitario” con los mismos divisionistas que se negaron a votar al
FIT en octubre y, de hecho, fueron responsables de que no ingresaran diputados
de izquierda. Desde la TPR, rechazamos la transformación del FIT en un nuevo
FrePu o IU, a los que Sorans nos mantuvo acostumbrados durante la mayor parte
de su vida. Como se ve, la parálisis del FIT ante Malvinas es la excusa
perfecta para que Izquierda Socialista despliegue su política derechista y vire
hacia Proyecto Sur y el PCR.
EL FRENTE DE IZQUIERDA TIENE LA
RESPONSABILIDAD DE GARANTIZAR QUE ESTE 2 DE ABRIL EXISTA UNA MARCHA
INDEPENDIENTE DE CRISTINA
Por todos estos motivos, llamamos al
PO y al PTS a modificar su posición y a dar la lucha política para que la
jornada de lucha del próximo 2 de abril tenga un carácter independiente de
Cristina. Para ello, los llamamos a participar de la próxima reunión de
organización de la marcha, el día viernes 30 de marzo a las 18hs en CTA-Capital
(Independencia 766), y a dar la lucha política como Frente de Izquierda para
que se incorpore como consigna central de la marcha la denuncia explícita a la
política entreguista de Cristina.
Para que eso suceda, el PO y el PTS le
tienen que exigir a Izquierda Socialista que rompa con el PCR y con Proyecto
Sur y defienda un planteo de lucha independiente contra el gobierno nacional.
Y, en el caso de que la mayoría de las organizaciones convocantes a la marcha a
la Embajada Inglesa se nieguen a incorporar la denuncia a Cristina, los
llamamos a que el propio Frente de Izquierda ponga en pie una movilización y un
acto que sea independiente de Cristina y abierto a todos los luchadores.
Llamamos a todos los militantes que
integran el Frente de Izquierda que defiendan esta perspectiva a organizarse
para dar la lucha política contra la provocación filo-K del PCR y ponernos en
marcha: este 2 de abril vamos por un acto independiente de Cristina.
Juan Marino, por el Comité Central de la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR)
Jueves 29 de marzo de 2012
correotpr@gmail.com // www.tpr-internet.blogspot.com // Tel:
(011) 156 335 9278
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DESDE
LA TPR, LE PLANTEAMOS UN DESAFIÓ TEÓRICO Y PROGRAMÁTICO A LA IZQUIERDA ARGENTINA
LOS MORENISTAS: ¿CON MILCÍADES PEÑA Y
NAHUEL MORENO O CON PUIGGRÓS Y EL PC?
La postura de la TPR es que la consigna de “Segunda Independencia”,
sostenida por revisionistas históricos (entre ellos los peronistas y también
nacionalistas pequeño burgueses de diverso tipo), stalinistas, morenistas,
etc., es reaccionaria porque embellece y confunde a los trabajadores sobre la
naturaleza de la burguesía nacional y su rol en la revolución
democrático-burguesa. Supone, en pocas palabras, que “como en 1810” los
trabajadores tenemos que ir a la rastra del nacionalismo burgués. Por lo tanto,
se opone por el vértice a nuestra estrategia trotskista y a nuestra
caracterización histórica.
Lo llamativo del asunto sin embargo es que los morenistas no concuerden
con esto cuando fue el propio Milcíades Peña, mientras militaba junto al propio
Nahuel Moreno, quien señaló que la Revolución de Mayo de 1810 no dio lugar a
ninguna revolución social, y que por lo tanto, no hubo ninguna “Primera
Independencia”, sino que la burguesía argentina terminó capitulando ante el
imperialismo inglés.
Por su parte, el PCR toma el planteo de la “Segunda Independencia” del
PC, reivindicando así una continuidad con ese legado menchevique, cuando en
realidad ese planteo va a contramano de caracterizar a la Argentina actual como
un “Estado oligárquico-imperialista” con “resabios semi-feudales” (Resolución
sobre situación política internacional y nacional del PCR, 15/3/11). La
contradicción es evidente: si el Estado es “oligárquico-imperialista” (y no
capitalista autónomo), entonces no hubo ninguna “Primera Independencia”. Lo
contrario sería admitir la perorata nacionalista de que la primera
independencia fue política y la segunda será económica. Esto no es más que la
negación explícita de la revolución permanente y es el núcleo ideológico de los
movimientos nacionalistas burgueses como el peronismo, el APRA peruano o el MNR
boliviano. Son teorías reaccionarias que estrangulan desde el vamos cualquier
posibilidad de lucha anti-imperialista consecuente.
Entretanto, las corrientes morenistas ya han roto con las propias
conclusiones de Peña y se han sumado al coro menchevique y etapista planteando
las posiciones del peronismo y el stalinismo. Esto no es un “descubrimiento” de
la TPR sino que lo reconoce hasta el propio MAS (que, dígase de paso, como el
PO y el PTS también está borrado de la lucha por Malvinas y nada dice ahora
ante la “Segunda Independencia”).
El MAS, un partido morenista, criticando al MST (critica que se podría
hacer extensiva a todos los demás morenistas que participaron de la reunión), sostiene
que Peña indicó que “el proceso no desembocó en la
independencia (tarea que con razón, ubicaba con los presupuestos de un
mercado nacional, una clase con un proyecto autónomo y una industria
desarrollada) sino en una especie de semi-colonia agraria británica” (SoB 176,
13/5/10) y que por lo tanto lo de Mayo de 1810 “no fue una revolución” (SoB
177, 27/5/10). Esta es la razón por la cual ni el MST, ni Izquierda Socialista,
ni el PSTU, ni Convergencia Socialista pueden confrontar su política de
adaptación al peronismo y al stalinismo con las conclusiones a las que Peña arribó
avalado por el propio Moreno.
Desde la TPR, desafiamos a los partidos morenistas a
tratar de hacerse cargo de las dos herencias al mismo tiempo. Les preguntamos a
estos campeones del eclecticismo centrista: ¿Están con Milcíades Peña o con el
PC? Con el FREPU, nos responden. ¿Son morenistas o stalinistas? Peronistas,
nos responden.
Por nuestra parte, como militantes del Partido Obrero y ahora de la Tendencia Piquetera
Revolucionaria, siempre hemos defendido con Lenin y Trotsky que la lucha en los
países oprimidos por el imperialismo, como es el caso de Argentina, es por la
independencia nacional y la dictadura del proletariado reivindicando la táctica
del Frente Único Anti-imperialista, la estrategia de la revolución permanente y
la lucha por los Estados Unidos Socialistas de América Latina.
JM
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ANTI-CAPITALISMO, CENTRISMO Y
ANTI-IMPERIALISMO
EL
PROGRAMA DEL FRENTE DE IZQUIERDA Y LA CUESTIÓN NACIONAL
Como señalamos anteriormente, la parálisis política del
FIT frente a la cuestión de Malvinas está determinada por el hecho de que tanto
el PO como el PTS plantean, palabras más palabras menos, que las Malvinas no
serán argentinas “hasta tanto no haya un gobierno de los trabajadores”, lo que
los lleva a decir que “Malvinas es un asunto secundario”. Sin embargo, esto es
tan ridículo como plantear que no podemos ir a la huelga por determinadas
reivindicaciones salariales en una fábrica hasta que no expropiemos a los
capitalistas.
El PO y el PTS clausuran la lucha por una
reivindicación democrática justa (soberanía argentina de Malvinas) debido a que
“todavía no está planteada la lucha por el poder”. ¡Ridículo! Como indica el
propio Programa de Transición la agitación por consignas democrático burguesas
conservan en sí mismas (e incluso con relativa independencia frente al problema
del poder obrero) su contenido democrático revolucionario porque oponen a la
mayoría nacional contra la opresión imperialista, la capitulación (o
directamente el entreguismo) de la burguesía nacional y, por lo tanto, ponen de
relieve el carácter de clase del poder político e impulsan la movilización
independiente de los explotados. Lo contrario es condicionar la lucha por la
liberación nacional a una situación revolucionaria y una dirección obrera
pre-existente cuando, en realidad, ambos dos se construyen a través del propio desarrollo
de la lucha por la liberación nacional.
El silogismo sectario de estos anticapitalistas, a
contramano de toda la experiencia histórica, sería algo así: hasta la toma del
poder, vamos por reivindicaciones sindicales. Cuando tomemos el poder, vemos
qué hacemos con la independencia nacional. Por lo tanto, hasta que tomemos el
poder, denunciamos a la lucha por la “no planteada” y “secundaria” liberación
nacional como una pantalla para ocultar la “verdadera” y “prioritaria” lucha de
clases. La oposición unilateral entre liberación nacional (secundario) y lucha
de clases (reivindicaciones inmediatas prioritarias) corre por cuenta de ellos
porque, en los países oprimidos por el imperialismo, se presuponen siendo la
liberación nacional el objetivo y la lucha de clases el motor. Por el
contrario, el eclecticismo anti-capitalista nada tiene que ver con la
revolución permanente sino que se trata de una caricatura ultra-izquierdista
del trotskismo (más cerca de Raurich-Gallo que de Liborio Justo) quienes detrás
de frases altisonantes terminaron entregándole la iniciativa anti-imperialista
a los auténticos estranguladores de la lucha por la liberación nacional: es
decir, nacionalistas y stalinistas. Para comprender los alcances
contrarrevolucionarios en que puede concluir el desvarío anti-capitalista basta
con recordar la posición absolutamente reaccionaria de Eduardo Sartelli y su
grupo RyR, quienes integran la asamblea de intelectuales del FIT, al plantear
que las Malvinas… son inglesas.
El problema, como hemos señalado en la editorial del
Nº1 de “EL PIQUETERO”, es que el anti-capitalismo en los países atrasados
constituye una posición típicamente centrista frente a la lucha
anti-imperialista. El carácter ecléctico, inconsistente, subjetivista y
pequeño-burgués de una supuesta “revolución socialista pura” los sume en la
parálisis o, en todo caso, alternativamente los coloca como ala izquierda o
derecha de las diferentes tendencias que intervienen de forma consciente frente
a la cuestión nacional. De ahí el fundamento programático de la crisis del FIT
ante Malvinas.
FRENTE ÚNICO ANTI-IMPERIALISTA,
DICTADURA DEL PROLETARIADO Y REVOLUCIÓN PERMANENTE
Desde la TPR afirmamos: una posición
cuartainternacionalista y revolucionaria es aquella que le opone al
nacionalismo una lucha a fondo por la independencia nacional. Una posición que
desafía e interpela al nacionalismo en su propio terreno postulando a la clase
obrera como un caudillo nacional capacitado para superar los límites del
nacionalismo burgués y pequeño-burgués.
El propio nacionalismo burgués se opone a una lucha
a muerte contra el imperialismo porque eso presupone cuestionar su propio
carácter capitalista y burgués apelando al armamento popular, la expropiación
del capital y la destrucción del aparato represivo del Estado y todas las
instituciones semi-coloniales. Por lo tanto, la única forma de impulsar una
lucha consecuentemente anti-imperialista es a través de que el proletariado y
su partido independiente asuman su posición de vanguardia del país oprimido e
impongan su propia dictadura revolucionaria. Esta es la estrategia de la
revolución permanente y la táctica del Frente Único Anti-imperialista. Por eso,
este 2 de abril la izquierda tiene que estar a la cabeza de un acto
independiente de Cristina.
JM
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